cinco pasos y se emprende el camino Aunque andaba cojeando.... ¡Yo no sabía que era coja! Y por eso y otras cosas que algún día os contaré, no sufrí com plejos. En mi mas tierna infancia y empecé a dar mis primeros pasos era tal el orgullo y felicidad que mi padre mostraba ante mi cada vez que conseguía mantenerme en pié y avanzar unos centímetros, dar el primer paso, era tal la celebración que yo no me daba cuenta de la realidad. Me hacía sentír la fuerza necesaria para intentar llegar al "tercer paso" que era "el más importante", que podía ser precedido de una caída anterior y vuelta a empezar, o terminar en el abrazo de un hombre alto, delgado, calvo y con los ojos azules, mi padre, y fundirme en unos brazos fuertes, seguros y que me cogiera con una de sus manos y seguir andando juntos..... Lo importante era andar, emprender el camino, una y otra vez hasta llegar al final del pasillo, a la recompensa, no importaba como fuera, a gatas, a saltos, a