U na década acaba, y con ella se lleva la ilusión perdida por muchos seres humanos que confiaron en el capitalismo como proyecto de desarrollo... por fin!, por fin creo que todos nos hemos dado cuenta, ya no hay excusa para seguir creyendo en los depredadores neo-capitalistas. Ni los bancos, ni los jueces, ni las iglesias, ni los militares, ni los políticos, nadie, ninguno ha conseguido que la humanidad viva feliz, ni con justicia, ni con paz. Lo han hecho mal, nos han traído a esta desesperanza, a este derrumbe de valores, a esta desconfianza ante el futuro. Y por otra parte los progresistas estamos atrapados entre la auto critica y la estupefacción ante la perdida de credibilidad de la izquierda, el abandono de responsabilidad por parte de los partidos políticos, la profesionalización de la política y la pérdida de derechos sociales logrados a base de años de lucha, unas muy duras y otras muy largas. Nos han lavado el cerebro, lo sabemos, estamos solos y desordenados, necesitam