Ir al contenido principal

Los centímetros cuadrados de papel

Las empresas invierten importantes sumas en páginas publicitarias, particulares y pequeños negocios se dan a conocer en anuncios por palabras, a tanto el vocablo, las esquelas mortuorias tienen su tarifa y los partidos políticos, en campañas electorales, se disputan los centímetros cuadrados de los periódicos, y ¡mira por dónde! hoy quien sale en la prensa soy yo, por un comentario espontáneo y sincero que dejé en El Tuitiritero, una pagina de Faceboock de estreno reciente, un generoso proyecto que César Rufino ha puesto a nuestra disposición, a disposición de los usuarios de redes sociales, un canal innovador en la comunicación y la relación de la prensa, los periodistas, con la ciudadanía. También hay un blog que recoge los textos digitalizados. 
"Carmela Gálvez no ha dudado en subirse al animal. Desde su hueco en este pequeño club de los amigos del tío del sombrero, escribía ayer: “La naturaleza, aun estando en constante convulsión entre lo que nace y lo que muere, resulta armoniosa. Las transformaciones naturales son una sucesión de acontecimientos que tienen ritmo. Lo que no es natural es la inmovilidad, por eso resulta extraño que en una etapa social de mutaciones colosales, en la que no va a quedar títere con cabeza, en la que parece imperar el sálvese quien pueda o la ley del más fuerte, no ocurra simultáneamente una revolución. A lo mejor es que todavía no la notamos.” O es que la gente le ha cogido otra vez el gusto al sofá, Carmela. Que todo puede ser. La sociedad está más o menos dispuesta a darle a la cacerola, sí, pero solo hasta que empiece El mentalista."

Yo estoy entusiasmada y me gustaría que os sumarais, compartir con vosotros y vosotras el espacio, los comentarios y las opiniones. Es divertido. 

Van apareciendo nombres conocidos...y cada día nos podemos encontrar con la sorpresa de ser nosotros mismos quienes opinamos, o comentamos. 



Comentarios

Entradas populares de este blog

No estoy muerta, estoy callada

Desde mediados de febrero mi hijo, que vive en Estados Unidos, empezó a recibir mensajes de personas desconocidas, dándole el pésame por mi muerte.  Pensamos que podría tratarse de una broma macabra y le pedí que me enviara los mensajes; entre los remitentes reconocí a algún ex compañero de Partido. Me resultan despreciables este tipo de bromas agresivas y pensé en escribirles algo. Al cesar los mensajes se calmó mi rabia. Hace unos días me encontré con uno de ellos en la terraza de un bar y fue una escena alucinante. Esa persona me consideraba muerta, había escrito un mensaje precioso a mi hijo sobre su afecto hacia mí, su reconocimiento y había lamentado mi pérdida y se lo comentó a otros compañeros del Partido. Cuando se acercó a mí me dijo: «perdone señora que la mire tanto, es que se parece usted muchísimo a una amiga mía que ha fallecido, se llamaba Carmela». Cuando me quité la mascarilla casi se cae al suelo, se llevó una gran sorpresa, imaginaros, yo resucitada. Me dijo

EL CISNE DE PAPÁ (cuento)

Cuento del cisne de papá. Cuando tu papá era chico, muy chico aún, le regalaron un pollito amarillo, su primer plumaje. Se lo pusieron en sus pequeñas manos que temblorosas lo acogieron  y el pollito se acurrucó en ellas, se refugió de su miedo y al rato estaba dormido. Papá lo mantuvo un rato tranquilo y le intentó dar de comer. Prometió hacerse cargo de sus cuidados y nos lo  llevamos a casa. Una vez allí le dimos su espacio, fuera de la habitación porque no era un peluche. Los tres primeros días presiento que fueron un tormento para el pollito que ya tenía su nombre propio “pollito”; a todas horas lo cogía para introducirlo en sus juegos, lo colocaba en sus castillos, no mezclaba con los peluches, le hacía interactuar con los Playmobil, etc. Los abuelos le fueron enseñando a cuidarlo, a dejarlo vivir y que creciera, que más adelante podría jugar con el pollito, cuando éste se hiciera un poco mas grande  y más fuerte. “Pollito fue relegado a su espacio; cuidado,  alimentado y mir

El Cuento del «Día de la Abuela»

En mi última visita a mi nieto, para argumentar el motivo por el que organicé un día a solas con él, me inventé «una tradición»; cosa que respetan mucho en la familia materna. Les dije que nosotras, las abuelas españolas que vivimos con libertad y autonomía, dedicamos un día al año a los nietos; desde el desayuno en un local público hasta dejarlos en su cama a dormir. Cuando son pequeños les acompaña el hijo o hija de la abuela; cuando son mayorcitos no. Más tarde depende de la relación que tengamos con ellos. Las actividades del día se programan con antelación, atendiendo a los deseos y motivaciones que van diciendo los nietos.  (Casi siempre se  incluye visitar un «paraíso de juguetes», con objeto de hacerles un buen regalo, cumplir sus deseos.) A nuestros nietos dedicamos todo el día, pero los cuidan  y atienden sus necesidades sus progenitores, nosotras solo queremos disfrutar con ellos y dedicarles todo el amor que nos queda. Los nietos, después de flipar un día entero, vuelven a